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Nuevas Medidas de Restricción por Covid en la Comunidad Valenciana
NUEVAS MEDIDAS RESTRICTIVA POR LA PANDEMIA EN LA COMUNIDAD VALENCIANA
APLICABLES DESDE EL JUEVES 21 DE ENERO
(Resumen provisional a espera de la publicación de la norma)
El Ejecutivo de la Comunidad Autónoma Valenciana ha decidido adoptar nuevas medidas restrictivas para paliar la pandemia puesto que en su ámbito territorial se ha disparado la incidencia por cada 100.000 habitantes.
La vigencia de las medidas está señalada inicialmente en los 14 días siguientes a su entrada en vigor el día 21 de enero, por tanto hasta el próximo dia 3 de febrero ambos dos inclusives.
Se pone el énfasis de los brotes de infección en los encuentros sociales y señala que las celebraciones de NAVIDAD y de todo el mes de diciembre han llevado a la situación actual que ha motivado un fuerte estrés en la sanidad pública.
Las medidas fundamentales y más importantes son las siguientes:
1ª.- Cierre de toda la hostelería valenciana salvo los establecimientos de comida para llevar y envío domicilio y las cafeterías subsidiarias de los Hoteles para uso de clientes, los de Hospitales para profesionales y acompañantes, Comedores escolares, laborales solo para sus usuarios. También se decreta el Cierre de Bingos, Salones recreativos y apuestas.
2ª.- El Comercio cerrará a las 18 horas menos los que se consideren esenciales, tales como alimentación, farmacia, etc.
3ª.- Cierre de las instalaciones deportivas excepto las destinadas a deportistas profesionales.
Otras medidas
Cierre de las actividades festeras, lugares de ocio de asociaciones, clubes de jubilados, etc.
Residencia de Estudiantes: Aforo del 30% de los lugares comunes y quedan prohibidas las visitas.
Entierros y similares: 15 personas en el exterior y 10 en el interior.
Continua la prohibición de más de 6 personas reunidas y el cierre perimetral de la Comunidad como hasta este momento.
La Comunidad Valenciana solicitará en el seno del Consejo Interterritorial la aplicación de un toque de queda a las 20 horas, avisando que en el caso de que se autorice por el Gobierno de la Nación, se acordará de inmediato.
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Los Datos, esos grandes desconocidos.
Nos llaman por teléfono constantemente trabajadores de compañías de telecomunicaciones para ofrecernos “mejorar nuestras tarifas”, esas que ni siquiera sé yo cómo están configuradas ni porqué cuesta el dinero que pago.
Recibimos, por correo postal, sí ese que casi nadie utiliza ya para remitir cosas serias, innumerables ofertas de editoriales de libros, revistas y cursos formativos, reclutamiento y afiliación a oeneges y asociaciones no lucrativas.
Si observamos estas situaciones hay algo que las une: La obtención y utilización de nuestros datos personales.
Ni tenemos la más mínima idea de dónde han obtenido nuestra dirección email, ni qué necesidades educativas o aficiones podemos tener, ni a qué compañía estamos suscritos y qué tarifa estamos pagando. Pero los tienen.
Ello siempre nos hace dudar si nuestros datos privados están bien protegidos y salvaguardados ante las intromisiones de terceros.
A nadie se nos escapa que, casi a diario, en cualquier trámite documental, ante la visita a una web, o al rellenar una ficha para contratar un servicio, nos están solicitando el permiso para el tratamiento, gestión y cesión de los datos que hemos introducido en esa instrumentación, por lo que, con ello, en la mayoría de los casos, estamos concediendo a esa tercera parte que “trafique” con ellos.
Y aceptamos su política de privacidad, sin leerla, y con tan solo darle a un botón que dice “Acepto” y, lo más importante, sin saber, a quién le van a ser cedidos los datos o cuáles de ellos van a ser extraídos para ser tratados bajo el pretexto de ofrecernos una selección publicitaria más acorde con nuestros gustos.
En España, la legislación sobre Protección de Datos se encuentra armonizada con el resto de la Europa Comunitaria, estando vigente el Reglamento General Europeo de Protección de Datos 2016/679 y la Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, complementadas con normas conexas tales como la Ley 34/2002, de 11 de julio, de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico y la Ley 9/2014, de 9 de mayo, General de Telecomunicaciones, que regulan determinados aspectos en sus respectivas competencias.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es el organismo autónomo que se dedica a la supervisión y corrección de las conductas que se apartan de los protocolos legales y recibe multitud de denuncias y reclamaciones por vulneración de derechos por personas que sufren intromisiones en su vida privada por el tratamiento incorrecto de los datos.
Sin embargo, lo que más nos cuesta, quizá por desconocimiento, quizá por relevarlo a un segundo plano, es asumir nuestras propias responsabilidades en el tratamiento de los datos de los demás cuando somos los obligados a hacerlo en el momento que actuamos como empresarios y/o profesionales.
Recientemente hemos conocido una serie de sanciones de la AEPD impuestas a diferentes empresas por importes verdaderamente importantes, como, por ejemplo, la que ha sufrido el BBVA que asciende a 5 millones de euros por dos infracciones referidas a los datos de su laureada aplicación móvil, relacionadas con la fórmula utilizada para recabar el consentimiento de los clientes y la forma en que se trataban los datos obtenidos de los interesados, utilizándolos para fines diferentes a los esperados en relación a la utilización de las aplicaciones informáticas, constituyendo esta multa la más elevada de toda la historia de la Agencia.
Si bien esta destaca por su importe y ha sido sometida al dictamen jurídico y social, precisamente por ser tan mediática, lo bien cierto es que existe una tendencia a sancionar severamente las infracciones cometidas por grandes empresas que, bajo mi criterio, pretenden ejemplificar y que ha calado en todos los países de nuestro entorno, pues hemos conocido sanciones impuestas por los reguladores francés, con 100 millones de euros a Google y 35 millones a Amazon; el italiano con 12 millones a Vodafone; el británico, con 20 millones de euros a British Airways; o el alemán, con 35 millones de euros a H&M.
Sin embargo, la Agencia también sanciona a las empresas más pequeñas y a los profesionales, como la conocida hace unas semanas por la infracción denunciada a un Despacho de Abogados que remitió un burofax a una persona al domicilio de una empresa con la que decía nada tener que ver, exponiendo así sus datos personales y sin haber recabado antes su expreso consentimiento.
Ello no parecería raro, si no fuese, porque el destinatario era la parte contraria del cliente del Despacho, y al que se reclamaba en función del interés legítimo de la defensa de los intereses encomendados, y que, al parecer, sí había tenido algo que ver hasta fechas recientes a la reclamación.
La sanción, dos mil euros del ala, que constituyen en este caso el burofax remitido por un abogado, más costoso de toda la historia.
O la sanción de otros dos mil euros, impuesta a una Asesoría que seguía remitiendo correos informativos a un antiguo cliente que había solicitado la exclusión de la lista de distribución y que además en su página web no ofrecía la información mínima en materia de protección de datos, no teniendo ni “Aviso Legal”, ni “Política de Privacidad”.
O la impuesta a una Clínica Odontológica por importe de cuatro mil euros, por carecer en su página web de la correspondiente “Política de Cookies” y por recabar los datos de los usuarios con ausencia de determinada información legal que preceptivamente debería ofrecer.
Y podríamos seguir así repasando muchos otros ejemplos de expedientes sancionadores contra empresas de reducidas dimensiones con un escaso alcance mediático y de poca transcendencia en el número de afectados. Nada comparable con las macro sanciones impuestas a las grandes empresas, que al fin y al cabo pueden recurrirlas ante los tribunales, con toda una Asesoría Jurídica interna a su alcance, esperando una reducción de sus cuantías, y aprovisionarlas en sus balances de manera que, en último extremo, las acaban pagando sus propios clientes.
Sin embargo, estas pequeñas empresas, con medios propios insuficientes para conocer la legislación concerniente y aplicarla respetuosamente recabando de sus clientes, proveedores, usuarios, en fin, de sus interlocutores, el consentimiento en el tratamiento de sus datos personales protegidos y trasladándola a sus instrumentos documentales, páginas web, emails, etc., son las que pueden ser objeto de múltiples sanciones por no gestionar correctamente esta parte de su actividad empresarial o profesional.
Yo soy una de esas ‘microfirmas’ y afortunadamente, tenemos a nuestro alcance profesionales que nos ayudan a poder descargar parte de nuestra responsabilidad en la implantación adecuada en la vida empresarial de los protocolos legales necesarios para cumplir, lo más efectivamente posible, con las exigencias de la Ley.
En mi bufete colaboramos con la empresa DELEGADOS DE PROTECCIÓN DE DATOS, S.L. dirigida por Filiberto Carbonell, quién nos asesora puntualmente, no sólo a nosotros, sino también a nuestros clientes, para estar siempre al corriente de las modificaciones legales que nos afectan en este área del mundo de los datos, estructurando e instrumentalizando toda la documentación apropiada para ello y realizando las auditorías necesarias para verificar periódicamente el cumplimiento de nuestras obligaciones de tutela de los que recabamos.
En COMINS. Abogados y Asesores nos preocupa que los datos que recabamos para la defensa de sus intereses legales estén siempre bien custodiados, bien protegidos y por supuesto bien tratados.
COMINS. Abogados y Asesores nunca cederá sus datos a terceras personas sin el consentimiento explícito de sus clientes, salvaguardando en todo momento el secreto profesional que, para nosotros, como norma deontológica, está por encima de cualquier otra, y que los datos de aquellos que nos han confiado sólo se utilizarán en interés de su derecho de defensa y en el ámbito para el que nos los han entregado.
Joaquín Comins.
Puedes recabar más información sobre las actividades de Filiberto Carbonell como Delegado de Protección de Datos, en DELEGADOS DE PROTECCION DE DATOS, S.L. donde puedes encontrar una serie de artículos muy interesantes sobre Protección de Datos y otros temas relacionados.
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Tengo el poder

Puedes encontrar información sobre las actividades de ESPAI en su página web https://www.espaipsicologos.com y en las RRSS @espaipsicologos.
Reflexión Diaria - Viernes 8 -

Buenos días compañeros.
La tercera cualidad de líder a la que Slaten se refiere es la humildad.
Considero que es la característica más importante que debe reunir un líder.
Dice Slaten que la humildad hace que confíes más en los demás porque te apercibes de que todo no depende de tí.
Después de estos tres últimos días, en los que hemos utilizado las consideraciones que esta Consultora nos proporciona, alcanzo la conclusión que un buen líder ha de ser confiado, servicial y humilde. Afable, honrado, sencillo, bueno.
Yo lo sintetizaría en una palabra: bonhomía.
¡Feliz día, feliz viernes, feliz finde, feliz vida!
#BNIAhoraMasQueNunca
Joaquín Comins
Reflexión Diaria -Jueves 7-

Reflexión diaria -Martes 5-

He leído algunas frases de esta excelente consultora y me han gustado tres de ellas que definen a los líderes.
Hoy la primera de ellas nos viene a decir que los líderes no son personas perfectas. Sólo un poco más constantes que los demás y sobre todo, confían con el equipo al que pertenecen.
Después de leer esta definición, me siento un poco más cerca de ser líder: he planificado, he aceptado riesgos, he cometido un montón de errores, e incluso estoy más cerca de saber reconocerlo.
Pero creo que lo que mas me acerca al liderazgo es que confío con mi equipo. Plenamente.
¡Feliz día, feliz martes, feliz vida!
#BNIAhoraMasQueNunca
Reflexión diaria -Lunes 4-

Feliz año 2021
Dice la canción de un spot televisivo, que, cuando se acerca la Navidad, "creo, que si miras bien, hay Elfos".
Y que los que están lejos, "vuelven, vuelven a casa por Navidad", para reencontrarse con sus familias, mientras "el calvo de la Lotería" nos sopla purpurina repartiendo la suerte en cada rincón.
Pero este año, por mucho que miro, no puedo encontrar al duendecillo que todos llevamos dentro saltando con su chaquetita verde y su sombrerito rojo.
Como tampoco veo el momento en que vayamos a poder sentarnos a comer el puchero de Navidad con nuestros padres y con nuestros hijos, y mucho menos tener la discusión anual con nuestros hermanos. ¡Hasta la vamos a echar de menos!
Y es que a nosotros, que nos gusta tanto los achuchones, los abrazos, los besos. A los que hablamos con el tacto y que sentimos con la mirada próxima, mientras palpamos las palabras, se nos está haciendo muy duro este puñetero año.
En otras ocasiones, alrededor del Belén, la familia hubiera desentonado un villancico con la letra cambiada expresamente para ese día, como en anteriores años, pero hoy no nos nace cantar, como también parece que no le nazca a Jesús, este año … nacer.
Hoy deseo que todos cerremos los ojos y dejemos la mente en blanco, para que nos invada, de forma diferente, la magia de la Navidad por cada poro de nuestra piel. Y aprovecharla para evocar todo aquello de lo que este maldito bicho nos ha privado y desear de la forma más voraz posible que alguien o algo se lo coma y nuestro corazón pueda volver a latir escuchando el de los demás. Muy cerquita, al ladito.
Y, como también dice otro anuncio, elevo un brindis diciendo "¡Va por vosotros!."
Por los que estáis luchando contra ese enemigo invisible que nos obliga a quedarnos en casa, a cerrar nuestros negocios, a restringir nuestra libertad y perdernos un puto año de nuestra vida.
Por los que habéis esquivado a la jodida contaminación, con el alma en un vilo, mientras esperabais un test negativo que devolviese la tranquilidad de que no habíais caído en sus fauces.
Por los que habéis batallado contra esa infame y descarada enfermedad que quizá os ha podido dejar postrados durante semanas, quizá meses, en vuestras casas, confinados. O en una estrecha cama de la UCI, en decúbito prono o en coma inducido (¡que pronto nos acostumbramos a los neologismos!) y habéis logrado sobrevivir.
Por los que desde la trinchera de los hospitales y laboratorios habéis estado en la primera línea de batalla muchas veces con un fusil sin munición y la mayoría de veces sin casco. Y también por todos los profesionales que han desdoblado sus esfuerzos para que los devaneos legislativos no dejasen sin cobertura a muchos trabajadores sin más recursos que su propio salario interrumpido. Por los que se han quedado sin sus puestos de trabajo y no saben cuándo ni cómo ni dónde podrán volver a desarrollarlo. Por todos los luchadores, los que tienen sangre de emprendedor.
Por los que de seguro me he olvidado sin quererlo, pero que están presentes en mis mejores deseos.
Pero sobre todo, y por encima de cualquier otra disquisición, por aquellos que no han podido salir adelante y nos han dejado, de repente, sin poderse despedir de nosotros, ni nosotros de ellos, y dejando, para siempre, una silla vacía en las mesas de las Navidades del resto de nuestras vidas.
"¡Va por vosotros!"
Que nuestros niños puedan volver a ir a la escuela sin que sintamos el miedo a que su burbuja estalle y su ilusión se vea interrumpida y que puedan volver a jugar a deslizarse en el tobogán del parque del parterre o balancearse en el columpio del patio. A ser, eso, niños.
Que nuestros jóvenes no vuelvan a ser criminalizados, que no se les utilice como cabeza de turco de la falta de solvencia en las decisiones propias o como escusa frente al desconocimiento del comportamiento del verdadero artífice de esta situación. Porque ellos tienen derecho a tener una vida normal, como la tuvimos nosotros a su edad, y, qué narices, quién no ha sido joven y se ha sentido libre y lleno de verdad. Sois nuestro futuro. El espíritu de las Navidades Futuras.
Que los amigos se puedan congregar en un contubernio festivo-bacanal para celebrar un simple cumpleaños y que se puedan dar muchos besos, algunos de ellos incluso con lengua. O tal vez ir al teatro a ver una comedia, sin que tu compañero deba sentarse a más de dos metros de ti y reír solos. O a tomar unas copas al Pub de toda la vida, ese en el que te echaste pareja definitiva o viste a Cupido posarse en la celosía del fondo para disparar su flecha y enamorar a tu mejor amigo.
Que nuestros mayores no tengan que resignarse a hablarnos a través de la ventana de sus casas y residencias o mirando una pantalla de teléfono, al que se han tenido que acostumbrar para poder oírnos, sobre todo, porque se merecen que les abracemos, que les devolvamos todo el amor que nos ha dado durante su vida y sobre todo porque no deben sentirse abandonados a la suerte de una especie ruleta rusa que en cualquier momento puede disparar su última bala.
Por eso, yo le pido a la Navidad, que nos devuelva la dignidad de la que algunos se han visto desahuciados dejándolos como meros okupas de una vida que no les correspondería habitar.
Que nos devuelva los momentos que no hemos tenido la suerte de disfrutar para que no tengamos que llegar a decir, ¿te acuerdas cuando podíamos sentarnos en la plaza junto a la fuente y simplemente hablar?
Que nos reintegre las caricias que nos ha robado, las palabras que se ha llevado el viento, los abrazos que nunca podremos dar, las risas que nos han irritado el lagrimal antaño y que ahora eran verdaderas lágrimas dolidas que nos arqueaban la sonrisa.
¡Que cambie! ¡Que cambie ya, cojones, que cambie ya!!
¡Ah!, Y por cierto, a pesar de este desahogo, y de dar rienda suelta a mi enojo, y porque me considero una persona de actitud positiva inquebrantable y de los que siempre, siempre, ven el vaso medio lleno, declaro solemnemente que renuncio a ser parte de una recesión y pienso salir airoso y poderoso de la situación, entregándome al poder de mi esfuerzo y a el de todos con los que comparto un sentimiento universal de confianza y de colaboración.
Por ello, a pesar de todo (o gracias a todo, qué más da), os deseo una Feliz Navidad y un esperanzado y provechoso año nuevo.
Un rincón para la mente

Joaquín Comins. Alzira, 1 de Enero de 2021
Desde hace bastante tiempo, sentí la necesidad de reflexionar, casi a diario, sobre alguna frase atribuida a algún personaje famoso, que me llamase la atención y sobre la cuál iniciar la jornada con un pensamiento positivo y estimulante para interactuar con los miembros de mis equipos de trabajo. Todo comenzó, pues, como un ejercicio de introspección matutina, como quién lee algún anuario tántrico y sólo para mí mismo.
No sé en que momento, porque hace ya bastante de ello, unos seis años, comencé a compartir, para cierto público reducido, a través de Whatsapp y en alguna ocasión en Facebook, mis comentarios diarios, con la simple intención de que sirviera como mis "buenos días" a la comunidad para la que lo dirigía e intentar dinamizar el chat para que fluyese el contacto grupal. La iniciativa fue recibida de buen grado por los miembros del canal y poco a poco me incitaron a que lo hiciera para otros destinatarios de otros canales de la misma red social. En la actualidad, se distribuye entre unas 200 personas directamente y me consta que alguno de ellos lo recanaliza a otras instancias pues me han solicitado permiso para ello.
Sin embargo, hace algún tiempo, una persona a la que le guardo respeto y profeso amistad, me dijo que debería escribir un blog con todos estas reflexiones y me daba dos motivos. El primero porque consideraba que debería coleccionar en algún sitio todos los comentarios que publicase de las frases diarias y en segundo lugar porque de esa forma alcanzaría la lectura a muchas más personas y, según su entender, ayudarles de alguna manera con las reflexiones que contiene.
Ni qué decir que me sentí muy alagado por que esta persona referente para mí pensase que mis pensamientos en voz alta estuviesen a la altura de ser publicados con la intención de llegar a un mayor públic, sin embargo, en ese momento no consideré entrar en el mundo digital escribiendo un blog.
Ahora, un par de años mas tarde, y ante la insistencia de amigos que me quieren mucho, he decidido aperturar esta sección coincidiendo con el nuevo año 2021.
Todos esperamos muchas cosas del año que comienza, yo al menos tengo la esperanza de que este rincón en el que me pararé a reflexionar, desahogarme y compartir experiencias, sirva, sin ningún tipo de pretensión, de distracción y asueto de quiénes quieran compartir conmigo un ratito.
Nos vemos, amigos.

